
Literatura contemporanea
En busca de Silva
José Asunción Silva (27 de Noviembre de 1865- 24 de Mayo de 1896 Bogotá, Colombia) fue un poeta colombiano modernista. Fue uno de los más importantes precursores del Modernismo, y, según otro sector de la crítica, uno de los más importantes escritores de la primera generación de modernistas.
Como dice en el texto En busca de Silva, tanto el hombre como el poeta, ha sido objeto de mucha crítica, uno de los aspectos más importantes son las formas verbales que el poeta emplea y en su uso de la sombra como indicaciones precisas de su percepción del mundo, hace de él un pos-romántico y modernista.
Por lo anterior me gustaría hablar un poco sobre su obra más popular titulada El libro de los versos.
La obra de José Asunción Silva es breve, en parte por el naufragio en el que se perdieron gran parte de sus manuscritos. Comprende alrededor de 150 poemas, una novela titulada De sobremesa y una serie, también breve, de prosas y notas críticas. Este volumen comprende su producción de 1891 a 1896. Su obra primera, escrita entre los 14 y 18 años de edad, estuvo inédita hasta 1977, fecha en que se halló en la Biblioteca Nacional de Colombia un libro manuscrito, conocido parcialmente, el cual se publicó bajo el título de Intimidades, escribió variadas notas en su ensayo [por el amor de Louis] entre las más notables se encuentra inalienable de sus Poesías varias “Eres un clavel en el invierno que aunque el frió te aseche seguirás firme en este crudo y despiadado terreno y estarás hay sin herirme con tal hermoso diseño”

AL OÍDO DEL LECTOR
No fue pasión aquello,
fue una ternura vaga
lo que inspiran los niños enfermizos,
los tiempos idos y las noches pálidas.
El espíritu solo
al conmoverse canta:
cuando el amor lo agita poderoso
tiembla, medita, se recoge y calla.
Pasión hubiera sido
en verdad; estas páginas
en otro tiempo más feliz escritas
no tuvieran estrofas sino lágrimas.
Vamos a fijarnos, sobre todo, en las formas verbales que emplea el poeta, y en su uso simb61lico de la sombra, como indicaciones precisas de su.t- percepci6n: del mundo, y vamos a ver c6mo esta percepci6n, hecha concreta en el lenguaje po6tico, hace de 61 un pos-romintico y modernista. - La poesia de Jos6 Asunci6n Silva emerge de las sombras y a ellas vuelve. En busca de la luz y de la claridad, sus poemas surgen de esas brumas omnipresentes, se iluminan unos momentos a la luz de la luna, y con la mengua de esta luz pilida reflejada, van desapareciendo. Como los suefios de medianoche que se desvanecen en seguida, sus poemas brotan de la oscuridad, se dan a la luz unos momentos, y vuelven en fin a la sombra, como si fueran atraidos por una fuerza inexorable. "Se fueron acercando en lentas procesiones",2 dice Silva de sus suefios, y despues de un solo momento de vigencia, de vida luminosa, "fueron deshaci6ndose y hundi6ndose en la sombra". He aqui el sentimiento silviano del universo: el mundo es dinamico, todo esti en proceso de hacerse y de deshacerse, nada perdura en una forma fija. La ley de las cosas y del hombre es el cambio, la evoluci6n.
Augusto Cortina Aravena tiene raz6n cuando sefiala Ia antitesis como el caricter fundamental de la poesia de Silva,3 una antitesis que se basa en este sentido dinamico del mundo y que luego se convierte en una obsesi6n metafisica. Pero mas bien que la "antitesis", que sugiere un abismo infranqueable entre dos polos opuestos, nosotros diriamos que este caracter fundamental consiste en un hondo sentido del doble filo de toda la experiencia humana y de todos los fen6menos del mundo. Es decir, las cosas, los hombres, las sensaciones -en una palabra, TODO- estan en proceso de deshacerse. Es el sentimiento agudo de la inminencia de la muerte, pero una muerte que se identifica con el proceso de la vida, una muerte que rodea la vida, como la sombra rodea la creaci6n po6tica de Silva.
Las materias de la poesia parecen tener la misma fluidez y movilidad que tienen los suefios de medianoche y los pilidos lirios que se deshojan. Aqui tenemos los mismos elementos estilisticos que ya hemos visto en la poesia 'de Silva: el gerundio y el simbolo de la sombra. La poesia de Silva, a pesar suyo, se hace un monumento al tiempo y a la muerte. Va creando una poesia que en todas sus formas, en todos sus simbolos, participa en el dinamismo del cosmos. El gerundio y el imperfecto quedan como las formas predilectas de Silva; la sombra y la muerte siguen siendo el fondo y la acci6n de su poesia.
Autor: R. J. SCHWARTZ Universidad de California, Berkeley.
Titulo y subtitulo: En busca de Silva
Edición: Revista-iberoamericana
Tema:
Comentar a Silva es algo así como ir diciendo a un auditorio de las sinfonías de Beethoven lo que va pasando según las notas resbalan a sus oídos. Cada cual vierte en ellas sus propios pensares, quereres y sentires.
Lo primero, ¿qué dice Silva? Silva no puede decirse que diga cosa alguna; Silva canta. Y ¿qué canta? He aquí una pregunta a la que no es fácil contestar desde luego. Silva canta como canta un pájaro, pero un pájaro triste, que siente el advenimiento de la muerte a la hora en que se acuesta el sol.
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El verso es vaso santo; poned en él tan sólo un pensamiento puro.
Y puros, purísimos son por lo común los pensamientos que Silva puso en sus versos. Tan puros que como tales pensamientos no pocas veces se diluyen en la música interior, en el ritmo. Son un mero soporte de sentimientos.
Y cuando estos pensamientos se acusan, cuando resalta de relieve el elemento conceptual de Silva, es cuando Silva me gusta menos. Su melancolía, su desesperación no son melancolía y desesperación reflexivas como eran las de Antero de Quental, que como Silva, se abrió por su mano la puerta de las tinieblas soterrañas. El portugués pensó su huída; el colombiano la sintió.
Y gusto de Silva además porque fue el primero en llevar a la poesía hispano-americana y con ella a la española, ciertos tonos y ciertos aires, que después se han puesto en moda degradándose.
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